Por qué mi gato no para de maullar

Si te preguntas por qué mi gato no para de maullar, debes saber que los maullidos representan una fuente significativa de información acerca del estado emocional e incluso la salud del felino. Por ello, es aconsejable prestarles una atención especial, ya que nos pueden dar numerosas pistas sobre sus deseos y necesidades.

¿Es normal que un gato maúlle mucho?

El maullido es la expresión sonora que los gatos utilizan para comunicarse con los seres humanos. No suelen emplearlo frecuentemente entre miembros de su propia especie, puesto que la comunicación entre ellos se basa principalmente en el sentido del olfato y el lenguaje corporal. 

La intensidad y frecuencia de los maullidos varían en función de la raza y del propio gato. Las razas orientales, como los gatos siameses, son reconocidas por ser más maulladoras. Sin embargo, cada individuo tiene su estilo único de comunicarse, de la misma forma que nos ocurre a los humanos. Al igual que algunas personas son más parlanchinas que otras, también hay gatos que tienden a vocalizar más debido a su propia naturaleza.

Por lo tanto, los gatos maúllan como parte de su estrategia de comunicación y este es el sonido distintivo que utilizan. Sin embargo, los maullidos pueden ser muy variados. La persona que convive con un gato, es la que mejor puede reconocer si un maullido es el habitual o si es una vocalización diferente e inusual.

También es posible que tu gato maúlle en exceso o en momentos inoportunos, como durante la noche. En tales casos, es aconsejable prestar una atención más detallada al comportamiento del gato para intentar entender si hay algún problema subyacente que está intentando comunicarnos. Estar atentos a estos cambios puede ser clave para asegurarnos de que nuestro gato esté saludable y feliz.

Razones por las que tu gato no para de maullar

Cuando un gato no para de maullar puede deberse a diferentes razones. Estas son las más habituales:

Para llamar la atención

Aunque todavía hay quien piensa que los gatos son independientes, en realidad aprecian la compañía humana. A veces, maúllan para iniciar el juego, buscar caricias o simplemente para que les hables. Si no queremos reforzar este comportamiento, lo mejor es ignorar estos maullidos y darles atención en otro momento, cuando estén en silencio y tranquilos.

Posible enfermedad

Si un gato maúlla mucho más de lo normal o con un tono de voz diferente al habitual puede ser una señal de enfermedad. Si tienes dudas, es importante que un veterinario realice un chequeo para descartar problemas de salud que puedan estar causando malestares físicos como dolor, incomodidad, sed o hambre excesiva.

Para pedir comida

La mayoría de los gatos son comilones por naturaleza, así que es muy normal que maúllen cuando están en la cocina o cuando se aproxima su hora de comer. Lo mejor es no ceder al primer maullido y alimentarles cuando se encuentren tranquilos. Una buena opción son los dispensadores automáticos de comida que se pueden programar a una hora en concreto.

Para saludar

Los gatos también pueden maullar simplemente cuando sus humanos regresan a casa; es su forma de expresar su alegría por verte.

Soledad prolongada

Si un gato pasa mucho tiempo solo, puede manifestar su malestar a través de maullidos. En este caso, considera la posibilidad de un cuidador de mascotas para hacerle compañía durante el día. La otra opción es adoptar a un segundo gato para que se hagan compañía mutua.

Estrés

Los gatos pueden maullar más cuando están estresados debido a cambios en el hogar, como nuevas mascotas, mudanzas o cualquier otro cambio en su rutina. Identificar la fuente de estrés y brindar apoyo puede ser útil. La figura del etólogo felino puede ser fundamental en estos casos para evitar problemas de comportamiento.

Signos de vejez

Los gatos mayores pueden experimentar cierta degeneración cognitiva que les provoque momentos de confusión y que les haga maullar sin razón aparente, especialmente durante la noche. Los síntomas de la demencia senil en animales se pueden aliviar con tratamientos específicos.

Está en celo

Uno de los motivos más frecuentes por los que mi gato no para de maullar es la inquietud que provoca el celo. Los gatos que no están esterilizados suelen maullar de forma muy ruidosa durante esta época. Las hembras maúllan durante los días en los que dura el celo y los machos lo hacen cuando huelen a una hembra cerca.

Qué hacer si tu gato no para de maullar

Como vemos, el maullido puede deberse a muchos motivos, algunos relacionados con el comportamiento y otros con la salud. ¿Qué hacer si mi gato no para de maullar? ¿Cómo saber si la causa del maullido requiere una visita al veterinario?

Además del sonido hay que prestar atención a su lenguaje corporal para comprender lo que tu felino está tratando de comunicar. Su comportamiento y movimientos pueden darte pistas: erizar el lomo en momentos de miedo o defensa, frotarse contra objetos o superficies en busca de alivio si siente picazón, levantar la zona lumbar cuando está en celo o restregarse contra ti si busca mimos y afecto.

Existen diversas soluciones que se pueden llevar a cabo, dependiendo de la razón detrás de los maullidos del gato.

Esterilización o castración

En el caso de que tu gato o gata maúlle constantemente debido al celo, la esterilización o castración es la única solución. Las gatas suelen maullar para atraer a otros gatos, mientras que los gatos responden a estas llamadas o maúllan para expresar su deseo de salir al exterior.

Incrementar la higiene

Los gatos son extremadamente higiénicos y evitan una caja de arena sucia. Es posible que el motivo detrás de sus maullidos sea que la caja esté sucia, incluso si no lo parece a simple vista. Para evitar esta situación, limpia la caja todas las noches y verifica su estado varias veces al día.

Juegos y actividad

Aunque a veces se cree que los gatos no requieren juego como los perros, esto es un error. Los felinos necesitan ejercitarse, entretenerse y cansarse para mantenerse felices. Si te maúllan mucho y se acercan a sus juguetes, podría ser una señal de que desean que juegues con ellos. Proporciónale juguetes que estimulen su mente y un buen enriquecimiento ambiental, dedica tiempo diariamente para jugar con ellos y considera la posibilidad de adoptar otro compañero gatuno de un refugio.

Establecer de horarios de alimentación

Mantener una rutina de alimentación es crucial para que tu gato se acostumbre a comer en horarios específicos. Si no se establece una rutina, podría intentar comer a horas inapropiadas, como en la madrugada. Mantén un horario fijo y asegúrate de dejar agua y alimento durante la noche para prevenir maullidos innecesarios.

Consulta veterinaria si persiste

Si los maullidos son muy intensos y frecuentes, existe la posibilidad de que tu gato esté experimentando problemas de salud. Si los maullidos son persistentes y su intensidad o volumen no son normales, es recomendable consultar a un veterinario para descartar problemas médicos o etológicos.

 

Si te preguntas por qué mi gato no para de maullar, y sigues sin tenerlo claro, no dudes en consultar con un veterinario. Recuerda que si, por cualquier circunstancia, ha llegado el momento de la triste despedida, puedes contar con el apoyo y los servicios de Adiós Mascota.