Dermatitis atópica en perros: cómo tratarla

Los perros, al igual que los humanos, están experimentando un aumento de los problemas de salud relacionados con las alergias. En algunos casos, estas alergias se presentan como una molesta enfermedad cutánea inflamatoria conocida como dermatitis atópica en perros.

Qué es la atopia canina

La dermatitis atópica canina (DAC), también conocida como atopia, es uno de los trastornos dermatológicos más comunes en los perros y un motivo muy habitual de consulta veterinaria. Se trata de una enfermedad compleja que requiere un tratamiento multifactorial. Esta afección consiste en la predisposición genética de los perros a desarrollar respuestas inflamatorias y pruriginosas en la piel ante alérgenos ambientales, como ácaros, hongos, polen o insectos.

En los últimos años, se ha registrado un aumento de los casos de atopia en perros, y se cree que esto se debe, entre otras causas, a que dichos alérgenos llevan adheridas sustancias contaminantes como plomo y derivados del petróleo.

La piel de los perros atópicos presenta una menor capacidad para retener el agua, lo que facilita la entrada de alérgenos por vía cutánea. Las vías respiratorias también pueden servir como otra forma de acceso, al igual que los alimentos, los cuales pueden desencadenar una respuesta inflamatoria o agravar la patología.

Además de la dermatitis atópica, existen otros tipos de dermatitis en perros que conviene conocer, ya que los síntomas son muy similares.

• Dermatitis por hongos. En ciertas razas caninas, como el shar pei o el bulldog, pueden desarrollarse hongos en los pliegues cutáneos debido a la acumulación de grasa. La humedad en esta área propicia el ambiente ideal para la proliferación de organismos; el Microsporum canis es el hongo más común. Algunas de las causas son la disminución en las defensas, falta de cuidado e higiene en las zonas afectadas, o el contacto con animales infectados.
• Dermatitis por contacto. Esta condición cutánea en perros surge cuando el animal entra en contacto con sustancias perjudiciales para su piel, como cloro, desinfectantes, pinturas, etc. Las señales de alerta son inflamación, enrojecimiento, picazón, endurecimiento de la piel, y sequedad con formación de costras. La medida más efectiva es apartar al perro de la sustancia causante y, si los síntomas persisten, consultar con el veterinario.
• Dermatitis seborreica en perros. Este tipo de dermatitis puede originarse por diversas razones, como bañar al perro en exceso (debilitando la capa grasa de la piel) o debido a alergias a elementos ambientales o alimentarios. El síntoma clave es un aumento en la producción de grasa cutánea, generando un olor fuerte y desagradable que caracteriza la enfermedad.
• Dermatitis por alergia alimentaria. La dermatitis por alergia alimentaria en perros se desencadena cuando el animal reacciona negativamente a ciertos ingredientes en su dieta. Los síntomas comunes incluyen picazón intensa, enrojecimiento de la piel, pérdida de pelo y posiblemente irritación en el sistema digestivo.
• Dermatitis húmeda. La dermatitis húmeda aguda en perros, también conocida como “hot spot”, se desarrolla rápidamente debido a factores como la humedad, picazón intensa o irritación cutánea. Estas áreas afectadas, generalmente enrojecidas y húmedas, pueden ser el resultado de rascado o lamido excesivo. El tratamiento implica mantener la zona limpia, secarla adecuadamente y, en algunos casos, el uso de medicamentos recetados por un veterinario para aliviar la inflamación y prevenir infecciones secundarias.
• Dermatitis por picadura. La dermatitis por picadura en perros se produce cuando el animal reacciona de manera excesiva a las picaduras de insectos como pulgas, garrapatas o mosquitos. Los síntomas comunes son enrojecimiento, inflamación, picazón intensa y, en algunos casos, formación de ronchas o ampollas. Mantener al perro libre de parásitos, usar repelentes y, en casos severos, buscar la orientación de un veterinario para tratamientos específicos son medidas clave para manejar esta condición.

Cuáles son las causas de su aparición

La causa exacta de la atopia no se conoce, pero se ha demostrado la influencia de factores genéticos, manifestando un marcado índice de predisposición racial, aunque cualquier perro puede padecerla. Razas como bulldog francés, West Highland white terrier, labrador retriever, boxer, pastor alemán, dálmata, setter irlandés, caniche y shar pei muestran una mayor incidencia.

La atopia tiende a manifestarse en perros jóvenes, con los primeros signos y síntomas suele aparecer generalmente entre los seis meses (o incluso antes) y los tres años de edad, aunque puede surgir en cualquier etapa de la vida del perro.

Qué síntomas provoca en los perros

El prurito o picazón es el signo más característico de la dermatitis atópica en perros. También puede haber eritema (enrojecimiento) en el área afectada. Un perro con piel atópica suele presentar irritación y lesiones en zonas como la cara, las orejas, la parte inferior del cuello, las axilas o las patas.

Además, los perros con piel atómica tienden a desarrollar otitis de manera recurrente. La barrera cutánea debilitada en perros afectados facilita la entrada de bacterias y hongos, provocando infecciones secundarias. El rascado y lamido contribuyen a esto, empeorando el prurito.

Otros síntomas que pueden presentarse son alopecia, pústulas, piel escamosa, costras, dermatitis piotraumática, hiperpigmentación, liquenificación, y alteraciones por lamerse las articulaciones (granuloma acral por lamido). No todos los perros muestran todos estos síntomas, pero el patrón de distribución es un indicador clave. Los síntomas pueden manifestarse de forma continua o estacional.

Cómo tratar la dermatitis atópica en perros

El tratamiento de la atopia no cura la enfermedad, pero ayuda a controlarla y a minimizar los síntomas. Los responsables de perros con esta afección deben ser conscientes de la naturaleza crónica y multifactorial de la enfermedad, incluso cuando se logra controlar con tratamiento, manejo ambiental y, si es necesario, cambios dietéticos.

Pueden ocurrir recaídas y sensibilidad a nuevos alérgenos, así que conviene estar siempre atentos y no bajar la guardia.

La inmunoterapia con vacunas puede ser una opción si hay una respuesta positiva a las pruebas de alergia. También se aconseja evitar la exposición a alérgenos en la medida de lo posible para reducir los síntomas. Además, es fundamental realizar un control preventivo antiparasitario interno y externo con regularidad.

En la forma aguda de la atopia, el prurito y la respuesta inflamatoria se pueden controlar con inmunosupresores como corticosteroides o fármacos inmunomoduladores con menos efectos secundarios.

También puede ser necesario el uso de antibióticos y antifúngicos para infecciones secundarias.

En cualquier caso, para saber cómo tratar la dermatitis atópica en perros es importante acudir al veterinario, antes de aplicar remedios caseros que pueden empeorar la comezón.

Los baños con champús hidratantes y emolientes son útiles como tratamiento coadyuvante. A veces, se necesitan ansiolíticos para reducir la irritación. Por último, la alimentación también tiene que controlarse cuidadosamente, con una dieta rica en colágeno, vitamina E, omega-3, omega-6 y biotina.

La dermatitis atópica en perros es una enfermedad complicada, pero con los cuidados adecuados se puede mantener bajo control para una buena calidad de vida. Cuando llegue el inevitable momento de la despedida, no olvides que puedes contar con la ayuda de Adiós Mascota.