Gato afónico: qué hacer si tu mascota ha perdido la voz

Los gatos pueden perder su voz tan fácilmente como los humanos, ya sea por un resfriado común o por situaciones estresantes como mudanzas o traer nuevo gato a casa. Pero hay problemas de salud más serios que también pueden causar ronquera en los felinos. A continuación veremos algunas de las causas detrás de un gato afónico y en qué situaciones debemos preocuparnos.

Qué provoca la afonía en los gatos

Estos son algunos de los factores que pueden causar la afonía en gatos:

Resfriado

Los gatos son susceptibles a los resfriados, especialmente si tienen acceso al exterior y están expuestos a frío y humedad. Cuando su pelaje se moja y no se seca adecuadamente, pueden desarrollar síntomas similares a los resfriados en humanos, como congestión nasal, tos y afonía. Es una dolencia bastante común y temporal que se resuelve por sí sola.

Sin embargo, si un resfriado se prolonga demasiado tiempo, puede evolucionar hacia una infección respiratoria más grave, como la pulmonía o la neumonía.

Laringitis

Cuando un gato está afónico, una de las causas más comunes es la laringitis, que es la inflamación de la laringe, y puede estar causada por infecciones virales o bacterianas, alergias u otras condiciones médicas. Requiere supervisión y tratamiento veterinario cuanto antes para evitar complicaciones.

Forzar la voz

Los gatos se pueden quedar afónicos por maullar demasiado. Esto puede ocurrir en situaciones de excitación, estrés o durante períodos de actividad elevada. También en periodos de celo, si no están esterilizados. Este esfuerzo con la voz puede causar la inflamación de la laringe, de forma parecida a lo que nos ocurre a los humanos después de gritar en una fiesta o hablar durante demasiado tiempo seguido.

Estrés

Los gatos son muy sensibles a los cambios en su entorno y eventos como mudanzas, la llegada de nuevos miembros a la familia (ya sean humanos o mascotas), ruidos fuertes como los fuegos artificiales o incluso obras ruidosas en el vecindario o en la casa pueden causarles un fuerte estrés. El estrés prolongado puede manifestarse en síntomas físicos, como problemas vocales debido a la tensión en la garganta.

Intoxicación

La presencia de sustancias tóxicas en el ambiente (por ejemplo, el uso de determinados productos en el hogar, como pinturas, disolventes, productos de limpieza, etc.) también puede afectar el sistema respiratorio del gato e incluso causar intoxicación, con síntomas como decaimiento, falta de apetito e incapacidad para maullar. En estos casos, es crucial alejar al animal cuanto antes del agente tóxico y acudir rápidamente a un veterinario para obtener el tratamiento adecuado.

Enfermedades respiratorias

Debes vigilar la forma de respirar de tu mascota porque un gato se queda afónico también a causa de problemas respiratorios de cierta gravedad, como problemas estructurales en el sistema respiratorio o enfermedades crónicas como el asma. Es importante identificarlas a tiempo para poder tratarlas cuanto antes.

Bronquitis

Otra razón por la que un gato puede quedarse afónico es la bronquitis felina. Además de la tos, la bronquitis puede manifestarse en un gato con problemas para vocalizar con normalidad. Hay dos formas de bronquitis en gatos: aguda y crónica. Ambas pueden cursar con ruidos respiratorios y dificultades para respirar. La diferencia entre ambas se encuentra en la duración; la crónica es más prolongada.

Si tu gato está comiendo normalmente, se muestra activo y solo presenta síntomas leves de afonía, se pueden esperar unos días para ver si la laringe se desinflama por sí sola. Pero si muestra signos de malestar más graves como apatía, fiebre o cambios llamativos en su comportamiento, es importante llevarlo al veterinario para una evaluación adecuada y un posible tratamiento.

Síntomas de la afonía en gatos

El primer síntoma (y el más evidente) de afonía en gatos, suele ser un cambio en el tono normal del maullido, que puede volverse más seco, ronco y entrecortado.

En casos más graves, el gato puede perder completamente la voz. El animal abre la boca para maullar, pero no llega a emitir ningún sonido.

Si la afonía está causada por una infección viral o bacteriana, pueden aparecer otros síntomas como falta de apetito, babeo, conjuntivitis, estornudos, tos, fiebre o letargia.

Cómo curar la afonía de un gato

Si te preguntas cómo curar la afonía de un gato, no existe una única respuesta, ya que el tratamiento dependerá totalmente de la causa subyacente.

Si se trata de una inflamación leve, esta se puede resolver de forma natural al cabo de unos días. Durante este tiempo, se le puede ofrecer alimento húmedo para facilitarle el proceso de pasar la comida por una garganta irritada. Además, hay que procurar que el agua no esté demasiado fría y proporcionarle un lugar de descanso tranquilo, silencioso y bien protegido de corrientes.

Si la afonía del gato persiste y no muestra signos de mejorar, puede ser indicativo de una enfermedad respiratoria que requiere tratamiento veterinario. En este caso, es recomendable acudir al especialista para obtener un diagnóstico. El tratamiento puede constar de antiinflamatorios o antibióticos, orales o inyectados.

Lo que jamás se debe hacer es medicar al gato sin la pauta de un profesional, mucho menos con fármacos humanos como el ibuprofeno o el paracetamol, que son extremadamente peligrosos y tóxicos para algunos animales, incluso potencialmente mortales.

Consejos para prevenir que tu gato pierda la voz

La afonía no es una enfermedad en sí misma, sino más bien el síntoma de alguna alteración leve y temporal en la mayoría de los casos.

La prevención juega un papel crucial en la salud de los gatos, y se puede conseguir a través de una nutrición adecuada con alimentos de calidad.

También es importante proporcionarle un entorno estable que satisfaga las necesidades físicas y mentales del gato para reducir el estrés.

Además, hay que proteger su sistema inmunitario con las correspondientes vacunas anuales y controles veterinarios adecuados.

Con estos cuidados podrás prevenir que tu gato se quede afónico. Si, lamentablemente, nos encontramos ante una enfermedad grave e irreversible, o si, simplemente, ha llegado el momento de despedirse, recuerda que en Adiós Mascota atendemos a domicilio para que todo sea más tranquilo e íntimo. Nos encargamos de todo y ofrecemos apoyo durante el proceso de duelo.