Artrosis en gatos: causas, síntomas y tratamiento

La artrosis en gatos es una condición común y debilitante que puede afectar a su calidad de vida. Además, es una enfermedad degenerativa que tiende a empeorar con el paso del tiempo. Detectar los síntomas cuanto antes es fundamental para retrasar su progresión.

Qué es la artrosis felina

La artrosis en gatos, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta las articulaciones del animal. Se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago de la articulación.

El cartílago es un tejido flexible y fuerte que recubre los extremos de los huesos para crear amortiguación durante el movimiento. Cuando este tejido se desgasta, entonces se produce una fricción entre los diferentes huesos que resulta dolorosa. Para compensarlo, el cuerpo “fabrica” más hueso alrededor de la articulación para limitar el movimiento y minimizar el daño. Por esto, algunas articulaciones pueden presentar ciertas deformaciones o protuberancias, llamadas osteofitos.

¿A qué edad aparece la artrosis en el gato? Según los estudios, el 90 % de los gatos de 12 años en adelante, tienen cierto grado de artrosis. Aunque esta condición es más común en gatos mayores, también puede presentarse en gatos jóvenes debido a factores genéticos o lesiones, como veremos más adelante.

Las zonas del cuerpo del gato que más se suelen ver afectadas por la artrosis son las caderas, los codos, las rodillas y la columna vertebral. Sin embargo, cualquier articulación puede desarrollar artrosis. Además, la degeneración articular puede variar en gravedad y la progresión de la enfermedad puede ser lenta o rápida, dependiendo de varios factores.

Causas de la artrosis en gatos

Las causas de la artrosis en gatos son variadas. La principal es el envejecimiento, ya que con el tiempo el cartílago se desgasta de manera natural. Pero también hay otros factores pueden acelerar este proceso. Por ejemplo, la obesidad es un factor de riesgo que hay que tener en cuenta, ya que el exceso de peso pone una mayor carga en las articulaciones.

Por otra parte, las lesiones articulares, como fracturas o dislocaciones, pueden generar un daño que predispondrá al gato a la artrosis. Las enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, también pueden contribuir al desarrollo de esta condición. La artritis también es una enfermedad de las articulaciones, pero en este caso el daño afecta a la membrana que se encuentra en la cara interna de la articulación.

Por último, en algunos casos, la genética juega un papel importante y ciertas razas pueden ser más propensas a desarrollar artrosis. Algunas de las que tienen mayor tendencia a esta enfermedad son los Maine coon, Scottish fold, burmeses, abisinios o el gato europeo común.

Qué síntomas presenta un gato con artrosis

La artrosis en gatos tiene síntomas que pueden ser muy sutiles y pasar desapercibidos, especialmente en las etapas iniciales. Los gatos son expertos en ocultar el dolor, por lo que es de suma importancia observar cambios en su comportamiento y en su movilidad. Estas son algunas señales que pueden hacerte sospechar.

Está menos activo

Uno de los signos más comunes es la reducción de la actividad. Un gato con artrosis puede ser menos juguetón, evita saltar o subir escaleras, y prefiere descansar más tiempo.

Rigidez o cojera al levantarse

La rigidez, especialmente después de periodos de descanso, es otro síntoma común. Puede notarse que el gato cojea o tiene dificultad para levantarse de su cama y moverse con fluidez.

Está más irritable y rechaza el contacto físico

Los gatos con artrosis también pueden volverse irritables o reacios a que les toquen, sobre todo en las áreas afectadas.

Falta de aseo

En ocasiones, el aseo disminuye, ya que el dolor puede dificultar que el gato se acicale adecuadamente.

Para saber si un gato está sintiendo dolor a causa de la artrosis, los responsables deben estar atentos a estos cambios de comportamiento. También es fundamental consultar con un veterinario para tener un diagnóstico adecuado. El profesional realizará un examen físico que le permitirá evaluar la movilidad de las articulaciones. Si es necesario, puede considerar realizar radiografías para observar con más detalle los cambios en las articulaciones.

 ¿La artrosis en gatos tiene tratamiento?

Lamentablemente, la artrosis en gatos no tiene tratamiento, pero hay varias pautas para manejar la enfermedad y mantener el dolor bajo control. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) son los que se suelen utilizar para reducir la inflamación y el dolor. En algunos casos, se puede recurrir a analgésicos complementarios cuando hay un dolor crónico más intenso.

También existen suplementos que ayudan a mantener la salud del cartílago y mejorar la función articular, como la glucosamina y el sulfato de condroitina.

La fisioterapia y el ejercicio moderado también pueden ser beneficiosos para mantener la movilidad y fortalecer los músculos que soportan las articulaciones.

En algunos casos, la acupuntura y otras terapias complementarias pueden proporcionar alivio del dolor.

Además de estos tratamientos, también es aconsejable adaptar el entorno del gato en casa para hacerle el día a día más cómodo. Por ejemplo, puedes proporcionarle rampas para que acceda fácilmente a las zonas elevadas y camas ortopédicas especiales. También hay que asegurarse de que los recursos esenciales, como la comida, el agua y la caja de arena, estén fácilmente accesibles sin necesidad de saltar o subir escaleras.

Prevenir la artrosis en gatos no siempre es posible, especialmente cuando se debe a factores genéticos. Pero hay varias medidas que se pueden tomar para retrasar su aparición y minimizar su impacto. Mantener un peso saludable es una de las formas más efectivas de prevenir la artrosis, ya que reduce la carga en las articulaciones. Proporcionar una dieta equilibrada y adecuada, así como fomentar el ejercicio regular, son los otros dos aspectos fundamentales para una buena salud de los huesos.

En gatos predispuestos genéticamente, se pueden administrar suplementos preventivos bajo la supervisión de un veterinario. La artrosis no afecta a la esperanza de vida de un gato, pero sí puede determinar su calidad de vida. Con un manejo adecuado, muchos gatos con artrosis pueden llevar una vida relativamente normal y confortable durante muchos años.

Como ves, la artrosis en gatos es una condición prácticamente inevitable, pero sí puedes actuar para hacerle la vida más cómoda a tu amigo y brindarle una vejez dulce y agradable. Incluso el momento de la despedida puede ser más amable con los servicios de Adiós Mascota. Nos desplazamos a tu casa para lo que necesites y nos encargamos de todo para ayudarte a superar el duelo.