Con este blog queremos ayudar a los propietarios de mascotas, mejorar la salud de sus animales domésticos y acompañarles en el difícil momento de su despedida.

Ojos llorosos en perros: por qué ocurre y cómo solucionarlo

Ojos llorosos en perros

Los ojos llorosos en perros son una señal que puede despertar las alarmas, especialmente si el lagrimeo es constante y viene acompañado de otros síntomas. Al fin y al cabo, la composición de las lágrimas (formadas por agua, grasa y mucosidad) tiene un efecto lubricante y protector del ojo. Sin embargo, si el lagrimeo no funciona correctamente o los párpados tienen una anatomía irregular, es posible que se produzca una obstrucción, lesión o infección en los ojos que afecte a la salud general de tu compañero.

Por qué mi perro tiene los ojos llorosos

Los ojos rojos y llorosos en perros son una condición frecuente que puede deberse a diversas causas, desde razones inofensivas hasta problemas de salud más serios.

Lagrimeo fisiológico

En la mayoría de los casos, el lagrimeo es normal. Es decir, al igual que ocurre con los seres humanos, los ojos de los perros producen lágrimas para mantener la superficie ocular húmeda y limpia. Sin embargo, en algunas ocasiones, el lagrimeo es excesivo o persistente. En estos casos, es posible que el exceso de lágrima sea indicativo de un problema subyacente.

Raza del perro

La raza de tu compañero también puede determinar la cantidad de lágrimas que producen sus ojos. Por ejemplo, los perros con ojos grandes en comparación con el resto de su cabeza —como los shih tzu y los chihuahuas— lagrimean más que aquellos que tienen un globo ocular de tamaño normal.

Otro detalle que define el lagrimeo es el pelo que se encuentra alrededor de los ojos. De hecho, aquellos perros que tienen un pelaje más largo suelen experimentar molestias y tienden a lagrimear como mecanismo de defensa para facilitar la limpieza de los ojos.

Alergia

La alergia a factores ambientales como el polvo, el polen o ciertos alimentos no es exclusiva de las personas. Lo cierto es que animales como los perros también pueden desarrollarla y presentar síntomas como ojos llorosos, irritación y enrojecimiento.

Cuerpos extraños

El ojo lloroso en el perro también puede deberse a pequeñas partículas de polvo, arena o hierba que queden atrapadas en los ojos de tu perro. Esto puede causar irritación y un aumento en la producción de lágrimas con el objetivo de eliminar el cuerpo extraño.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es una enfermedad que puede producirse tanto por una infección bacteriana o viral como por alergias sin tratamiento. A causa de esto, la membrana que recubre el ojo se inflama y ocasiona enrojecimiento y lagrimeo. 

Problemas anatómicos

Algunas razas, especialmente las braquicéfalas (como los bulldogs y carlinos), son propensas a desarrollar problemas oculares debido a la forma de sus ojos y de sus párpados y derivar en un lagrimeo constante.

Enfermedades más graves

Otras patologías, como el glaucoma, las úlceras corneales o las infecciones oculares graves, pueden provocar ojos llorosos en perros. En estos casos, tu compañero requerirá atención veterinaria urgente.

Además de estas causas, existen otras razones por las que tu perro puede tener los ojos llorosos, como acumulación de polvo en el hogar, golpes en la zona de los ojos cuando juega o corre, productos de higiene o ambientadores demasiado agresivos y tumores oculares.

Diagnóstico veterinario: cómo saber si es algo grave

El lagrimeo ocasional no debe ser motivo de alerta. Sin embargo, si observas síntomas adicionales, como enrojecimiento, secreciones amarillas o verdosas, dolor evidente o cambios en el comportamiento de tu perro, es fundamental acudir al veterinario. De hecho, un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre una solución rápida y complicaciones a largo plazo.

Historia clínica y examen físico

El veterinario evaluará el historial de tu perro, incluyendo su alimentación, exposición a posibles alérgenos y otros síntomas recientes. Un examen físico detallado de los ojos determinará si hay enrojecimiento, inflamación o lesiones.

Pruebas específicas

En casos más complejos, el veterinario puede realizar pruebas como:

  • Test de Schirmer. Mide la producción de lágrimas.
  • Cultivo microbiológico. Identifica infecciones bacterianas o virales.
  • Tinción con fluoresceína. Detecta úlceras o daños en la córnea.
  • Tonometría. Mide la presión intraocular para descartar glaucoma.

Tratamientos para los ojos llorosos en perros

El tratamiento para ojos llorosos en perros dependerá de la causa subyacente. No obstante, a continuación te contamos las opciones más habituales.

Limpieza y cuidados básicos

En casos leves, limpiar los ojos con gasas humedecidas con suero fisiológico puede ser suficiente para eliminar agentes irritantes y reducir el lagrimeo.

Medicamentos

En otros casos, el veterinario le recetará a tu perro fármacos específicos para tratar la causa de los ojos llorosos. Por ejemplo, los colirios y las lágrimas artificiales mantienen la hidratación ocular, mientras que los antibióticos o antiinflamatorios están indicados en infecciones oculares. Cuando se trata de alergias, el medicamento más adecuado son los antihistamínicos.

Cirugía

Si, en cambio, tu perro padece una enfermedad ocular avanzada o la anatomía de sus ojos presenta alguna irregularidad, puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica. Al igual que cualquier operación, este tratamiento conlleva unos pequeños riesgos que pueden reducirse al máximo bajo las manos de un buen profesional.

Ojos rojos y llorosos en perros

Cómo prevenir problemas oculares en perros

Como en la mayoría de los casos, la prevención es la herramienta más poderosa para cuidar la salud ocular de tu perro. Por esta razón, te proponemos algunas pautas para reducir la posibilidad de los ojos llorosos en perros.

  • Mantén una rutina de limpieza ocular: limpia con frecuencia los ojos de tu perro, especialmente si pertenece a una raza propensa a problemas oculares. Usa productos específicos para animales.
  • Evita la exposición a irritantes: reduce el contacto con polvo, humo o productos químicos que puedan causar irritación.
  • Controla su alimentación y entorno: una dieta equilibrada y un entorno limpio pueden minimizar la aparición de alergias que afecten a los ojos de tu compañero.
  • Revisiones veterinarias periódicas: aunque tu perro no muestre signos de enfermedad, la visita regular al veterinario puede ayudar a identificar problemas antes de que empeoren.

Como ves, los ojos llorosos en perros no es necesariamente un motivo de preocupación. Sin embargo, si observas que el lagrimeo se produce con mucha frecuencia o está acompañado de otros síntomas, te recomendamos visitar a un especialista. A fin de cuentas, el cuidado de la salud ocular de tu perro no solo mejora su calidad de vida, sino que fortalece vuestro vínculo.

No obstante, en Adiós Mascota entendemos que aunque hagamos todo lo posible por cuidar de nuestros compañeros de cuatro patas, llegará el día en que tengamos que despedirnos. Si llegado el momento necesitas nuestros servicios, escríbenos.

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