La pododermatitis en gatos es una dolencia rara de la piel que puede afectar a gatos de cualquier edad. Se trata de una de las enfermedades que aparecen en las almohadillas de los gatos y que produce dolor y molestias al caminar. Su tratamiento es largo y es fundamental acudir al veterinario ante cualquier signo de alerta, ya que es una afección que interfiere en la calidad de vida de nuestro amigo felino. Conozcamos mejor qué es la pododermatitis y cómo detectarla.
Qué es la pododermatitis
La pododermatitis de células plasmáticas es una enfermedad poco conocida, pero que cada vez se ve con más frecuencia en las consultas veterinarias. Afecta a las almohadillas de los gatos y comienza a manifestarse como una inflamación en una o varias patas. Al gato le cuesta andar o deja de moverse.
Síntomas de la pododermatitis
- Inflamación de las almohadillas, con mayor recurrencia en las centrales
- Grietas blanquecinas y costras en las almohadillas que se van agrandando
- Ulceración
- Sangrado
- Dificultad al caminar
- Cojera
- Dolor
- Fiebre
- Letargia
Causas de la pododermatitis
No hay un origen claro y se está investigando, ya que, aunque es una enfermedad que se conoce desde hace décadas, faltan datos concluyentes sobre sus causas y manejo.
Una hipótesis es que tiene relación con alergias, ya que en algunos casos los gatos están afectados de forma estacional.
También se ha estudiado si tiene relación con el virus de la inmunodeficiencia felina o con la leucemia felina, aunque hay gatos que desarrollan pododermatitis y que dan negativo para estos virus.
Se ha estudiado su relación con procesos infecciosos e incluso defectos estructurales, pero el mayor consenso se da en que parece tener relación con el sistema inmunológico de los gatos.
Cómo debes cuidar la pododermatitis en gatos
El primer paso es acudir al veterinario, que diagnosticará la presencia de la enfermedad mediante un examen y una citología o una biopsia de la zona afectada. Si no está testado, es recomendable hacer a tu gato las pruebas de la leucemia y el VIF, ya que parece asociarse una prevalencia mayor en gatos con estas enfermedades.
El tratamiento más utilizado es la doxiciclina, un antibiótico que se debe administrar durante tres o cuatro semanas. Un tercio de los gatos afectados se cura totalmente y en muchos casos hay una mejoría sustancial. En algunos casos se prescriben inmunosupresores. Si el gato no responde a otros tratamientos, se puede recurrir a la cirugía para extirpar la zona afectada por la pododermatitis.
También es habitual la utilización de corticoides para aliviar la inflamación. Todos estos tratamientos deben utilizarse bajo supervisión del veterinario que sabrá guiarte en todo el proceso.
La pododermatitis en gatos es una enfermedad poco común, pero si sospechas que tu gato la padece, debes acudir al veterinario.
Sabemos que la salud de tu amigo felino es muy importante para ti. Por eso, cuando llegue el triste momento de la despedida, en Adiós Mascota estamos preparados para acompañarte durante todo el difícil proceso y darle el homenaje que merece.