La oruga procesionaria: riesgos para perros

A finales del invierno, un peligroso tipo de oruga frecuenta las plantaciones de pinos: la oruga procesionaria, para los perros, constituye una de las mayores amenazas. Vamos a aprender más sobre la procesionaria del pino, los peligros que entraña para nuestras mascotas y qué síntomas les pueden provocar.

Qué es la procesionaria del pino

Este tipo de orugas son unos insectos peludos de unos 4 centímetros de longitud, que normalmente caminan en grupo en fila india (en “procesión”, de ahí su nombre común); los pelos que las recubren desprenden sustancias altamente tóxicas tanto para los seres humanos como para otros animales.

Su gestación comienza a finales de la primavera, cuando las mariposas (en las que finalmente se convierten estas orugas) ponen sus huevos en lo alto de pinos, cedros o abetos. Durante el año, estas conforman un tejido similar a una bola de algodón (bolsón), que las protege mientras se alimentan de las hojas del árbol.

El ciclo termina al inicio de la primavera con el descenso al suelo, en el cual las orugas buscan un lugar para enterrarse, convertirse crisálidas y, finalmente, en mariposas. Y es en este punto en el que la procesionaria del pino se convierte en un gran peligro para los perros.

Peligros de la oruga procesionaria para perros

Perros y procesionaria del pino conforman una combinación malísima. La curiosidad de los canes por olisquear todo su entorno les puede llevar cerca de una procesión de orugas.

Los perros, al entrar en contacto con ellas, corren peligro de muerte y será imprescindible actuar con rapidez, ya que las toxinas que liberan los pelos de la procesionaria pueden causar, en el mejor de los casos, reacciones en la piel y lesiones en ojos y bronquios.

En el peor (y más frecuente) de los casos, al entrar en contacto con la procesionaria, los perros sufrirán necrosis en su lengua (destrucción del tejido), que se podría extender a más zonas de su cuerpo. En última instancia, es muy probable que sufran una anafilaxia severa (reacción alérgica mortal).

Síntomas de la procesionaria del pino en perros

La detección del contacto entre esta oruga y los perros suele ser inmediata, y se manifiesta en síntomas como los siguientes:

• Reacciones alérgicas cutáneas: inflamación, irritaciones, úlceras y ampollas.
• Malestar general del perro: hipersalivación, nerviosismo, rascado excesivo, problemas respiratorios derivados de la reacción alérgica.
• Daños en la lengua: la lengua se inflama, y se enrojece o amorata.

Adicionalmente, dispondrás de muy poco tiempo para salvar la vida de tu perro. Llévalo urgentemente a un veterinario para que le suministren corticoides, una medicación que ayuda a reducir el efecto de una reacción alérgica violenta.

Como medida de primeros auxilios, debes lavarle la boca con abundante agua sin frotar, puesto que al frotar podrías extender los pelos de la oruga y propagar las toxinas por más zonas.

Muchos perros mueren por culpa de haber entrado en contacto con la oruga procesionaria, por lo que te recomendamos que le vigiles con especial atención cuando pasee cerca de árboles susceptibles de albergar estas orugas. Si, a pesar de todo, no puedes hacer nada por él, en Adiós Mascota estamos preparados para darle a tu perro la despedida que merece.