La diarrea en perros es un trastorno relativamente frecuente y en la mayor parte de los casos no reviste mayor gravedad. No obstante, es conveniente conocer las causas para poder evitar el problema y saber cómo actuar para que el aparato digestivo del animal se pueda recuperar cuanto antes.
Por qué tu perro tiene diarrea
Existen diferentes causas de la diarrea en perros, siendo estas las más frecuentes.
Alimentación
Es la causa más común y puede ocurrir por comer algo en mal estado, por excederse en la cantidad, tras cambiarle la dieta bruscamente, o bien porque sea sensible a algún ingrediente. Hay alimentos que causan diarrea en perros como puede ser el chocolate, la leche, las comidas de humanos muy condimentadas, etc. Lo ideal es mantener una buena rutina de alimentación sin demasiados cambios para evitar irritaciones en su aparato digestivo.
Infección
Puede estar provocada por parásitos intestinales o por virus como el parvovirus, que es una enfermedad muy grave y que provoca diarrea con sangre en perros, además de vómitos. La infección parasitaria también puede ser relativamente grave, dependiendo del tipo de parásito y del estado de salud del paciente. La diarrea en cachorros es especialmente peligrosa, y si se da, hay que acudir a un veterinario cuanto antes.
Metabólica o tóxica
La diarrea en este caso es uno de los síntomas. Los demás signos clínicos dependen de la enfermedad o del tóxico.
La diarrea leve aguda se suele resolver en unos días con ayuno y dieta blanda, mientras que la severa puede requerir tratamiento farmacológico como suero, antibiótico o algún tipo de regulador de la flora intestinal.
Cuando la diarrea se prolonga durante más de dos o tres semanas, de forma continua o intermitente, estamos ante un caso de diarrea crónica que requiere un examen veterinario completo para realizar un diagnóstico. Las causas pueden estar relacionadas con algún síndrome intestinal, alteraciones del metabolismo o tumores.
Tipos de diarrea en perros
Existen varios tipos de diarrea en perros que se pueden clasificar en crónica o aguda, según su duración, como hemos visto, o bien en cuantos tipos según la causa subyacente.
Diarrea osmótica
Es la que está causada por una absorción inadecuada de los nutrientes debido a alguna intolerancia, a la presencia de virus, a patologías inflamatorias o a tumores (benignos o malignos).
También se produce una diarrea por ósmosis cuando se cambia la dieta del perro de forma repentina y tiene una mala digestión o cuando el animal ingiere alimentos en mal estado.
Comer muy deprisa, demasiada cantidad, sufrir un corte de digestión o enfermedades como insuficiencia biliar o pancreática, también provocan este tipo de diarrea.
Diarrea secretora
Este tipo de diarrea ocurre cuando el sistema digestivo del perro produce más jugos gástricos, sales minerales y agua de los que puede absorber. Generalmente, está relacionada con alguna infección bacteriana, enfermedades que dañan la mucosa intestinal, ingesta de medicamentos o alimentos con efecto laxante o insuficiencia pancreática. Las heces suelen ser prácticamente líquidas y sin sangre.
Diarrea exudativa
Esta diarrea está asociada a infecciones víricas o bacterias que provocan algún tipo de lesión en el intestino delgado. Las heces que expulsa el perro en estos casos se llaman “diarreas hemorrágicas”, acompañado de sangre, pus con una especie de mucosidad.
El tratamiento para diarrea con sangre en perros suele incluir una pauta de antibióticos, aunque si se prolonga en el tiempo, se debe realizar una analítica de las heces para encontrar la causa.
Diarrea por disturbios de la motilidad
Se producen cuando hay una hipermotilidad en el intestino, es decir, cuando funciona muy rápido y apenas puede absorber agua en el proceso digestivo. También ocurre por el efecto contrario, la hipomotilidad intestinal, cuando el movimiento intestinal es mínimo y el cuerpo tarda más en expulsar los desechos, lo que provoca una irritación de la mucosa. Este tipo de diarrea está vinculada a problemas de tiroides o a situaciones de estrés o ansiedad.
Diarrea mixta
A veces la diarrea en perros puede estar provocada por distintos factores y dar lugar a un conjunto de todos los tipos anteriores. Por eso, si la situación no se resuelve en los dos o tres primeros días, es recomendable acudir al veterinario.
Cómo tratar la diarrea en perros
La diarrea es un trastorno frecuente y pasajero, y si es leve, podemos tratarla en casa antes de acudir al veterinario.
Ayuno y dieta blanda
Si te preguntas cómo cortar la diarrea en perros con remedios caseros, la respuesta es sencilla: ayuno y dieta blanda, igual que hacemos los humanos. Para que el intestino se calme de su irritación, lo ideal es que el animal esté en ayunas entre 12 a 24 horas, siempre con agua a su disposición para evitar la deshidratación.
Transcurrido ese tiempo, conviene ofrecerle unos días de dieta blanda, compuesta de arroz, pollo hervido, patatas, zanahorias cocidas o pasta. En cuanto las heces vuelvan a ser normales, podemos comenzar a introducir de nuevo, aunque progresivamente, su pienso habitual.
Probióticos
En los casos de diarreas, los suplementos de probióticos son siempre una gran opción para ayudar a que las funciones intestinales del perro se recuperen cuanto antes. Estos compuestos cuentan con bacterias beneficiosas que ayudan a la digestión y aceleran el proceso de curación.
El mejor tratamiento: la prevención
Para proteger la salud gastrointestinal de nuestro perro, se deben seguir algunas pautas que servirán también para prevenir diarreas y cualquier problema digestivo:
- Ofrecer una comida de buena calidad y fácil digestión.
- Dividir la ración diaria en varias tomas.
- Evitar exceso de grasas e hidratos de carbono.
- No darle grandes cantidades en cada toma.
- Evitar que el perro coma con rapidez y voracidad.
- Prestar atención a lo que puede ingerir en el exterior.
- No darle sobras en mal estado ni comidas condimentadas.
- No realizar cambios repentinos en su dieta.
- No darle de comer antes de hacer ejercicio.
La diarrea en perros, en la mayoría de los casos, es leve y se resuelve por sí sola, pero en algunos puede ser síntoma de algún problema más grave que conviene identificar cuanto antes. Teniendo en cuenta estos consejos, podrás mantener a tu perro sano y feliz durante mucho tiempo.
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