Cómo identificar y tratar la cistitis en gatos

La cistitis en gatos es una inflamación de la vejiga que puede afectar a animales de todas las edades y razas, aunque es más común en gatos adultos. Es una de las causas más frecuentes de problemas urinarios en los gatos y requiere tratamiento veterinario, ya que puede derivar en daños más graves. Por eso, es fundamental entender qué es la cistitis, cómo se produce y cómo se puede prevenir.

Qué es la cistitis felina

La cistitis es una inflamación de la vejiga que puede estar causada por diversas razones. No siempre está relacionada con una infección bacteriana, a diferencia de lo que comúnmente se piensa. Aunque muchas personas usan los términos “cistitis” e “infección de orina” de manera intercambiable, no son lo mismo.

La cistitis es un término más amplio que describe la inflamación, mientras que la infección de orina se refiere específicamente a la presencia de bacterias u otros microorganismos en el tracto urinario. Por lo tanto, la cistitis puede ocurrir sin infección y, de hecho, en los gatos, es común encontrar cistitis no infecciosa, como la cistitis idiopática. Esta inflamación provoca una fuerte incomodidad, molestias y dolor.

Qué causa la cistitis en los gatos

Como veíamos, las causas de cistitis en gatos pueden variar. Estas son las más habituales.

Infección

La infección puede originarse a través de las vías urinarias, cuando las bacterias ingresan a través de la uretra y se multiplican en la vejiga, o a través de la sangre, cuando los microorganismos viajan desde otro sitio en el cuerpo y se alojan en la vejiga. Aunque las infecciones urinarias bacterianas son menos comunes en los gatos que en otros animales, no se pueden descartar como una causa potencial de cistitis, especialmente en gatos mayores o con problemas de salud previos.

Obesidad

La obesidad es otra causa importante de cistitis en gatos. Los gatos con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud, entre los cuales se encuentra el síndrome urológico felino, que puede manifestarse como cistitis. El exceso de peso puede dificultar que los gatos se limpien adecuadamente, y esto aumenta el riesgo de infecciones, y también puede contribuir al desarrollo de cálculos urinarios, que irritan la vejiga y causan inflamación.

Cáncer de vejiga

Los tumores en la vejiga provocan irritación, inflamación, y obstrucción, lo que resulta en síntomas similares a los de otras formas de cistitis. Este tipo de cistitis es particularmente grave y requiere un diagnóstico y tratamiento inmediatos, ya que el cáncer puede progresar rápidamente y afectar gravemente la salud del gato.

Causas idiopáticas

La cistitis idiopática es una condición en la que la inflamación de la vejiga ocurre sin una causa aparente. Es una de las formas más comunes de cistitis en gatos. Se piensa que es una enfermedad multifactorial, donde el estrés juega un papel fundamental, pero también pueden estar involucrados otros factores como la genética, el sistema inmunológico del gato y la presencia de otros problemas de salud.

Qué síntomas presenta un gato con cistitis

Identificar este problema en los primeros días no siempre es fácil, ya que la cistitis en gatos tiene unos síntomas que pueden pasar desapercibidos inicialmente. Estas son algunas señales a las que se debe prestar especial atención:

• Dificultad para orinar. Tu gato puede hacer esfuerzos para orinar, pero solo expulsar pequeñas cantidades de orina, o incluso ninguna.
• Aumento de las visitas al arenero. Puede intentar orinar muchas veces, pero con poca cantidad.
• Dolor al orinar. Notarás que maúlla o se muestra incómodo cuando intenta hacer pis.
• Orina con sangre. Revisa el arenero después de que tu gato lo use para comprobar si hay sangre en la orina.
• Lamerse excesivamente. Los gatos con cistitis suelen lamerse mucho la zona genital debido a la incomodidad.
• Cambios en el comportamiento. Tu gato puede estar más irritable, esconderse o evitar usar su caja de arena porque comienzan a asociarla con dolor. Pueden orinar en otros lugares, fuera del arenero.

Si no se trata a tiempo, puede tener graves consecuencias para su salud. La inflamación prolongada puede llevar a daños permanentes en la vejiga y aumentar el riesgo de infecciones recurrentes y la formación de cálculos urinarios, que son muy dolorosos. En casos severos, puede llevar a una obstrucción uretral, una emergencia médica que pone en peligro la vida del gato y requiere intervención inmediata.

Tratamiento y prevención de la cistitis en gatos

La cistitis en gatos tiene tratamiento, pero este dependerá de la causa. En casos de infección bacteriana, se debe administrar una pauta de antibióticos. Si la cistitis está relacionada con el estrés, hay que revisar el entorno del gato para reducir la ansiedad.

Algunos cambios en la dieta también pueden ayudar. Los gatos con cistitis relacionada con la obesidad, deberían seguir un programa de pérdida de peso supervisado por un veterinario. En los casos de cáncer, el tratamiento puede implicar cirugía, quimioterapia, o radioterapia, dependiendo de la naturaleza del tumor y lo avanzado que esté.

Los gatos son más vulnerables a los problemas en el tracto urinario debido a varias razones. Una de las que más influyen es su tendencia natural a beber poca agua. Esto provoca que su orina esté más concentrada y, por lo tanto, sea más propensa a causar irritación en la vejiga y a la formación de cálculos. Además, la anatomía del tracto urinario de los gatos, especialmente en los machos, es más susceptible a la obstrucción debido a la estrechez de la uretra.

También tienen una predisposición genética a ciertas condiciones que afectan el sistema urinario, como la cistitis idiopática y el síndrome urológico felino. La mejor forma de cuidar su sistema urinario y prevenir la cistitis crónica en gatos, es proporcionarles una dieta equilibrada y adaptada a su edad y estado físico.

También hay que tener agua limpia y fresca siempre a su disposición. Las fuentes, por ejemplo, son ideales para motivarles a beber. Además, se recomienda contar varias cajas de arena en diferentes áreas de la casa, y mantenerlas limpias, para incentivar al gato a usarlas regularmente.

En definitiva, la cistitis en gatos es una enfermedad bastante habitual, aunque en muchos casos se puede prevenir. Si tu gato se encuentra en estado crítico, en Adiós Mascota tenemos veterinarios que pueden desplazarse a tu casa para valorar la situación. Te podemos acompañar durante todo el proceso con el cariño que requiere cualquier duelo.