Las cataratas en gatos son un problema oftalmológico bastante frecuente, sobre todo a medida que envejecen. Si se detectan de forma precoz, es más fácil ayudar al felino a que recupere la salud de sus ojos y tenga una óptima calidad de vida.
Qué son las cataratas en las mascotas
Las cataratas son una patología que consiste en la pérdida de la transparencia del cristalino o la lente del ojo.
El cristalino es la parte que se encuentra detrás del iris y su función es la de ayudar a enfocar para tener una visión correcta. El cristalino sano es transparente para que pueda pasar la luz con normalidad, pero cuando las proteínas de cristalino se agrupan, este se nubla y se vuelve opaco. Esto provoca que el animal vaya perdiendo visión progresivamente. También hace que el ojo se vuelva más sensible a la luz.
Algunas mascotas desarrollan cataratas, pero no muestran signos de pérdida de visión, aunque en la mayoría de los casos, cuando la enfermedad avanza, puede desembocar en ceguera. Las cataratas pueden producirse en un solo ojo o en los dos. A veces pueden cursar con irritación y dolor.
Posibles causas de las cataratas en gatos
Detrás de la aparición de cataratas en un gato puede haber diversos factores.
Factores hereditarios
En la mayoría de los casos de cataratas en gatos, se trata de un problema hereditario, ya que pueden darse alteraciones que provocan esta enfermedad a una edad temprana.
Además, hay razas que tienen una mayor predisposición a tener este problema en los ojos, como el persa, el bengalí o el birmano.
Envejecimiento
Con el paso del tiempo el cristalino de los gatos puede ir perdiendo poco a poco su elasticidad y su transparencia original. Los gatos mayores también pueden padecer una enfermedad llamada esclerosis nuclear del cristalino, que le da al ojo un color grisáceo similar a las cataratas, pero en este caso no afecta a la capacidad de visión del animal.
Diabetes u otras enfermedades metabólicas
La diabetes eleva los niveles de glucosa en sangre y esto puede derivar en una acumulación de líquido en el cristalino. Si esta situación no se controla cuanto antes, el gato puede terminar desarrollando cataratas.
Inflamaciones oculares
En ocasiones, alguna inflamación en una parte del ojo puede derivar en un problema de cataratas.
Otros factores
El gato también puede desarrollar cataratas por otros factores como deficiencias nutricionales, intoxicaciones, traumatismos, etc.
Síntomas de las cataratas en los gatos
El principal síntoma de las cataratas en gatos, y el más llamativo, es el aspecto del cristalino del ojo, que se va nublando progresivamente y se ve con un color azulado o blanquecino. Como el cristalino ha perdido su transparencia, la luz que llega al ojo es mucho menor, por eso se relaciona con la pérdida de visión. Sin embargo, en las primeras etapas de la enfermedad, podemos observar otros síntomas significativos:
- Los ojos del animal tienen manchas blanquecinas.
- El gato comienza a sentirse molesto en entornos luminosos.
- Se da golpes o se muestra más dubitativo a la hora de saltar o moverse por la casa.
- Tiene conjuntivitis recurrentes.
- Los ojos del gato lagrimean o expulsan secreciones.
- El animal se frota mucho los ojos.
- El gato parece no ver tan bien como antes.
- Muestra señales de dolor en los ojos.
- El gato ha comenzado a beber más de lo habitual (en el caso de que la causa sea una diabetes).
Ante cualquiera de estas señales se debe acudir al especialista para realizar una revisión al gato. El veterinario llevará a cabo un examen minucioso del ojo utilizando un colirio para dilatar sus pupilas y poder observar con detalle el cristalino. Si se confirman las cataratas, lo habitual es hacer otros estudios para analizar si están causadas por una enfermedad subyacente. Por lo general incluyen pruebas como analíticas de sangre, de orina o electrorretinografía (ERG), según cada caso particular.
Cómo se tratan las cataratas de un gato
El tratamiento de las cataratas en gatos depende de factores como la edad o el avance de la enfermedad. En ocasiones, las cataratas en cachorros mejoran de forma espontánea sin necesidad de tratamiento. En adultos, si son leves y no afectan en exceso a la visión, o bien solo se presenta en un ojo, se puede prescindir del tratamiento.
A veces se pueden recetar colirios antiinflamatorios para mejorar el bienestar del gato.
Si el problema tiene una causa subyacente, se proporcionará la medicación adecuada, como insulina si hay diabetes, dieta veterinaria o alguna suplementación alimentaria.
Para revertir las cataratas, la única opción es la cirugía, que además evita que vuelvan a aparecer. En esta operación se extrae el cristalino deteriorado y se sustituye por una lente intraocular perfectamente transparente. Cada caso tiene que valorarse de forma individual porque no todos son aptos para una cirugía.
Si la catarata sigue avanzando, el gato solo podrá ver algunas formas de lejos y sin ninguna nitidez. Si se realiza un diagnóstico temprano antes de que la catarata se haya desarrollado mucho, el pronóstico de éxito será mayor. Es la mejor opción, especialmente en gatos aún son jóvenes y están sanos.
Para una operación de cataratas de un gato el precio oscila entre los 200 y los 800 euros y tiene que realizarla un veterinario experto en oftalmología. Este coste hace que algunas personas decidan descartar la cirugía, confiando en que el gato consiga adaptarse al entorno con el resto de los sentidos.
Aunque las cataratas en gatos no siempre se pueden prevenir, una buena alimentación puede ayudar a disminuir el riesgo. En el caso de que aparezcan y no sea posible un tratamiento, conviene seguir las recomendaciones del veterinario y tal vez, consultar con un etólogo felino para saber cómo ayudarle mejor en esta etapa de su vida. Si a pesar de todos los cuidados llega el momento de la despedida final, no dudes en contar con Adiós Mascota para ayudarte en todo el proceso, desde los trámites burocráticos, el homenaje de despedida y la terapia de duelo, si la necesitas.