Si tienes la suerte de contar con un perro o cualquier otra mascota como compañera de vida, seguro que más de una vez te has hecho la típica pregunta de si es obligatorio el chip en los perros y en otras mascotas. La respuesta corta es sí, sin embargo, existen algunas excepciones, sobre todo si tenemos en cuenta la comunidad autónoma en la que vivimos o el tipo de mascota que tenemos.
Por eso, algunas dudas tan importantes como las de si el chip para perros es obligatorio en España, qué función cumple el chip en nuestra mascota, dónde se le coloca, o qué podemos hacer con el chip si nuestra mascota fallece, son preguntas muy bien planteadas por parte de todo dueño responsable.
¿El chip en mascotas es obligatorio en España?
Está demostrado que el microchip juega un papel fundamental a la hora de devolver a una mascota extraviada a sus dueños. En la actualidad, los perros y los gatos son dos de los animales que deben llevar microchip, aunque también existe esta obligatoriedad para los hurones, conejos y equinos, según la normativa aplicable de cada comunidad autónoma, como ocurre por ejemplo con la Comunidad de Madrid, Andalucía, Cantabria, Galicia y Cataluña.
De esta forma, al contar cada una con sus respectivas legislaciones, queda clara la obligatoriedad de este método de identificación para estas mascotas con el objetivo de proteger al animal y de regular su bienestar. Para el resto de animales, se deja a la libre elección del dueño, cuidador o veterinario la instalación del chip.
Para qué es útil el chip
El chip o transponder cumple la función de servir como método de identificación de los animales, algo muy útil si lo que se quiere saber son datos concretos de un animal, como su nombre, peso, edad u otra información útil que ha sido registrada. Este pequeño DNI consigue de una forma fácil y extremadamente rápida que tanto nosotros como veterinarios o autoridades puedan conocer un poco más de nuestra mascota.
Al tener un tamaño diminuto, prácticamente como el de un grano de arroz, hace que sea más fácil de colocar bajo la piel del animal. Además, su implantación indolora e imperceptible es tan simple de aplicar que no requiere sedación.
Instalar un chip a nuestra mascota puede facilitar mucho las cosas en caso de pérdida, ya que cuando se encuentre al animal y este sea trasladado a una protectora o a un veterinario será mucho más rápido contactar e identificar a su dueño siguiendo la información que ofrece. De esta manera, el perro, gato u otro animal de compañía podrá volver a su hogar cuanto antes y estar de nuevo con su familia.
Otra de las ventajas de instalar un microchip a la mascota es la de su vida útil, ya que, a diferencia de lo que ocurre con collares y otras etiquetas identificativas, el microchip no se cae, ni se rompe, ni tampoco se puede retirar fácilmente en caso de que la mascota sea robada. Por eso, puesto que son válidos durante toda la vida de la mascota, están considerados como una alternativa mucho más fiable y cómoda para ayudar a que nuestros pequeños amigos vuelvan a casa sanos y salvos.
Dónde se coloca el chip en perros y gatos
Para el caso más común, como ocurre con perros y gatos, el microchip se va a implantar entre los omóplatos del animal, a lo largo de la columna vertebral. Es muy importante saber dónde colocarlo y dónde hacerlo, ya que este no se debe mover mucho.
La colocación del chip es muy sencilla. Su aplicación directa bajo la piel del animal se realiza a través de una jeringuilla, con aguja y émbolo, para introducir el pequeño “grano de arroz”. Al ser un método que no duele y prácticamente imperceptible para la mascota, es muy rápido de aplicar, además de que no genera fiebre ni inflamación.
Qué hacer con el chip si la mascota fallece
Ante la terrible pérdida de un ser tan querido como es nuestra mascota, es muy normal que el dueño se olvide de realizar ciertos trámites relacionados con el chip. Uno de ellos es el de dirigirnos al Registro de nuestra Comunidad Autónoma para notificar el deceso del animal en un plazo de 2 a 15 días aproximadamente, dar de baja la información que tiene el chip y preparar los documentos y certificados oportunos. En el caso de que el fallecimiento se produzca en la clínica veterinaria, será el veterinario quien nos ayudará a gestionar todo el papeleo y a certificar la pérdida de nuestro amigo.
Cómo se quita el chip
A pesar de que el chip en perros es obligatorio, al igual que ocurre con los gatos y otros animales que hemos citado antes, es importante que sepas que estos suelen estar de forma permanente en la piel del animal. Sin embargo, por causas excepcionales se puede quitar el chip siguiendo un procedimiento quirúrgico.
Quién puede quitar el chip a la mascota
Para estos casos será el veterinario quien deba extraerlo, ya que se trata de un procedimiento complejo que, además de requerir cirugía, necesita de anestesia para facilitar la operación de la mascota.
Además, para conocer la posición y la profundidad en la que se encuentra el chip, el veterinario debe hacer una radiografía del animal para verificar su posición exacta. Por último, y una vez que la radiografía ha revelado la situación del chip, el veterinario cualificado podrá extraerlo mediante cirugía, siguiendo un procedimiento que durará aproximadamente 30 minutos.
Como ha quedado señalado, es obligatorio poner chip a los gatos, a los perros y a otras mascotas como hurones y conejos, especialmente si vives en alguna de las comunidades mencionadas anteriormente. Además, frente a la inevitable perdida de nuestro fiel amigo, nos veremos obligados a tener que recurrir a servicios de calidad y confianza como los que ofrecemos en Adiós Mascota, tales como la incineración, la eutanasia, el enterramiento y otros servicios relacionados con el fallecimiento de la mascota y el duelo de su perdida.