El letargo en perros puede ser señal de diferentes problemas de salud, algunos de ellos, de cierta gravedad. Por eso, es importante identificar los síntomas y diferenciar si un perro está aletargado o simplemente cansado.
A continuación, veremos cuáles son las señales más habituales, así como las principales causas de letargo y las diferentes opciones de tratamiento.
Qué es el letargo en perros
El letargo en perros es un estado que se caracteriza por una acusada falta de energía o una disminución notable en su actividad habitual. Este estado se identifica más claramente cuando un perro es juguetón, curioso y enérgico y, de repente, se vuelve apático y deja de mostrar interés en los estímulos diarios.
Hay razas que son de naturaleza más perezosa como el bulldog, el pug, el chow chow, el sambernardo o el basset hound. En los perros menos activos puede ser más difícil reconocer el letargo. En estos casos hay que estar pendiente de los otros síntomas que lo acompañan y que veremos más abajo.
La diferencia entre un perro cansado y un perro aletargado se encuentra en la duración y la intensidad de los síntomas, así como en la respuesta del perro a los estímulos y su comportamiento general.
Aunque es normal que algunos perros disminuyan su ritmo después de una actividad intensa, si este cansancio se prolonga varios días, no debe ignorarse, ya que podría ser indicativo de problemas de salud graves.
Principales causas del letargo en perros
Las causas de letargo en perros pueden ser muy variadas, algunas más graves que otras.
Enfermedad
Las enfermedades son una causa importante de letargo en los perros. Por ejemplo, infecciones bacterianas o virales como la parvovirosis pueden agotar la energía del perro.
Además, enfermedades crónicas como la diabetes, el hipotiroidismo o problemas renales pueden reducir la actividad y el interés en las actividades diarias de tu mascota.
Detrás de un perro fatigado también puede haber problemas de corazón, de hígado o un estado anémico.
Dolor
El dolor es otra causa común de letargo en los perros. Las lesiones traumáticas, enfermedades ortopédicas como la displasia de cadera o problemas dentales pueden generar molestias constantes que afectan a la calidad de vida del perro.
También puede deberse a un dolor crónico, como el asociado con la artritis, que puede hacer que el perro se sienta apático y menos dispuesto a participar en actividades.
Estrés o ansiedad
Los perros enseguida acusan los cambios en sus rutinas y en su entorno. Algunas situaciones estresantes como mudanzas, la llegada de un nuevo miembro a la familia (humano o animal), ruidos fuertes o incluso visitas al veterinario pueden provocar estrés y ansiedad en tu perro.
Medicamentos
Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden afectar el nivel de energía de tu perro. Por ejemplo, los fármacos para la ansiedad o el dolor pueden causar somnolencia o apatía.
Falta de estímulos o de rutina
Los cambios repentinos en la rutina diaria, como horarios de paseo y comidas alterados o falta de ejercicio regular también pueden contribuir al letargo. Los perros necesitan estimulación física y mental constante para mantenerse activos, felices, equilibrados y saludables. Por otra parte, la falta de interacción social o juegos también puede afectar emocionalmente al perro e influir en su nivel de energía y vitalidad.
Qué síntomas están asociados con el letargo en los perros
El letargo no es una enfermedad per se, sino que es una señal de ciertos problemas de salud. Por eso, generalmente el letargo en perros incluye otros síntomas asociados que pueden ser clave para identificar la causa subyacente. Estos son los más comunes:
- Pérdida de apetito. Observar una disminución en el apetito de tu perro o un cambio en sus hábitos alimentarios puede indicar letargo. La falta de energía y entusiasmo a menudo se traduce en menos ganas de comer.
- Más sed y más pis. Si notas que tu perro bebe más agua de lo habitual o necesita orinar con más frecuencia, esto también podría ser un signo de letargo. Podría indicar que existen problemas de diabetes o enfermedad renal.
- Cambios en el comportamiento. El letargo puede manifestarse en cambios en el comportamiento de tu perro. Por ejemplo, puede volverse más irritable, menos interesado en jugar o mostrar una falta general de entusiasmo hacia las actividades diarias. Además, es posible que tu perro pase más tiempo durmiendo o tenga una menor interacción con su entorno.
- Aumento de la temperatura corporal o fiebre. Algunas enfermedades pueden provocar fiebre en los perros, lo que a su vez puede resultar en letargo. Si sospechas que tu perro tiene fiebre (su nariz está caliente y seca, o tiene una temperatura elevada), es crucial tomar su temperatura y buscar atención veterinaria de inmediato si es necesario.
- Problemas gastrointestinales. El letargo también puede estar acompañado de problemas gastrointestinales como vómitos o diarrea. Estos síntomas son señales de alerta de una posible enfermedad o infección que requiere tratamiento veterinario.
Cómo tratar el letargo en perros y consejos para prevenirlo
El letargo en perros tiene tratamiento, pero varía según la causa que lo provoque. Por lo tanto, el primer paso es identificar dicha causa. Para ello, el veterinario debe realizar un examen completo con las pruebas que considere necesarias, como analíticas de sangre o radiografías. Si se debe a una infección o enfermedad, se establecerá una pauta con los fármacos adecuados.
Si se determina un problema de salud relacionado con la alimentación, el veterinario puede recomendar cambios en la dieta, como introducir o restringir alimentos específicos o incluir suplementos nutricionales para mejorar su salud general. En casos de letargo causado por lesiones o dolor crónico, la terapia de rehabilitación puede ser de gran ayuda.
Cuando se debe a problemas emocionales por cambios en el estilo de vida o falta de estimulación, se recomienda realizar ajustes en la rutina diaria. Por ejemplo, incluir paseos más largos, jugar con él u ofrecerle actividades que le mantengan mentalmente estimulado.
Como ves, el letargo en perros puede estar provocado por causas dispares que pueden ir desde el aburrimiento hasta problemas serios de riñón o de corazón. Como siempre apuntamos, ante cualquier cambio en el comportamiento y el estado de ánimo del perro, lo recomendable es consultar con el veterinario. Si, lamentablemente, tu compañero se encuentra en su etapa final, ten en cuenta que puedes contar con los servicios y el apoyo de Adiós Mascota: nos desplazamos a tu casa para que el momento de la despedida sea más íntimo y humano.