Los fuegos artificiales forman parte de muchas celebraciones, sin embargo, lo que para unos es un momento de diversión, para otros puede convertirse en una auténtica pesadilla. Perros y pirotecnia son una mezcla que “no combina bien”.
Desde abril, y sobre todo hasta finales de verano, tienen lugar fiestas por toda España en las que los fuegos artificiales, los petardos, la pirotecnia tienen protagonismo. Los Cruces y Fuegos en Los Realejos de Tenerife, Tarragona, en los Sanfermines, Vigo, Blanes de la Costa Brava, San Lorenzo en Las Palmas, los concursos de fuegos en La Concha de San Sebastián, la Batalla Naval de A Coruña o Villagarcía de Arousa, las fiestas de las Hogueras en Alicante, las Fallas en Valencia… y así muchísimas fiestas más, muy arraigadas en el territorio nacional.
Las personas que conviven con mascotas saben que perros y pirotecnia no son una buena combinación, y que estas festividades ruidosas generan un fuerte sufrimiento.
Cómo afecta a los perros la pirotecnia
Los petardos y los cohetes pueden alcanzar unos 190 dB, mientras que el fino oído de un perro apenas soporta los 85 dB. Esto significa que la pirotecnia puede llegar a causar dolor físico, además de un terrible pánico, desesperación, temblores y taquicardia. Por asociación, muchos reaccionan ya ante el olor a pólvora por lo que el padecimiento les llega por varios de sus sentidos.
En casos extremos, animales con patologías del corazón, de avanzada edad o con grandes traumas pueden llegar a morir a causa del estrés que les genera la situación.
Tanto veterinarios, como médicos o expertos medioambientales, solicitan siempre que no se utilicen fuegos artificiales, cohetes o petardos, debido a los efectos que provoca en animales, en personas con autismo y en el entorno, incluyendo animales silvestres del entorno urbano.
La pirotecnia tiene graves consecuencias en los animales que viven con nosotros, especialmente en los perros. Se calcula que afecta en torno a un 40 % de la población canina, que pueden experimentar un nivel de estrés sumamente elevado.
Mientras que algunos pueden sentir algo de inquietud o incomodidad, otros pueden experimentar un intenso sufrimiento físico y psíquico, que en los casos más extremos puede terminar en muerte por paro cardiaco. Tampoco es raro que, durante la pirotecnia, traten de huir desesperadamente, provocándose autolesiones o aún, peor, escapándose de casa para correr sin control, con el riesgo de perderse o ser atropellados.
¿Cómo tranquilizar a un perro por los cohetes? Existen algunas pautas que pueden funcionar, no para eliminar el miedo, pero sí para hacer el momento más llevadero.
Cómo tranquilizar a un perro por los cohetes, petardos o fuegos artificiales
Respondiendo a la pregunta de cómo tranquilizar a un perro en estos casos, lo primero que hay que hacer es prepararse con antelación. El día clave podemos incrementar el nivel de ejercicio del perro, caminando un poco más de lo habitual, y realizando también algunos juegos mentales, de olfato, etc. Así estará más relajado y cansado en casa. Por su puesto, en las salidas, tiene que ir con correa, para evitar que salga huyendo al escuchar un petardo.
En el interior de la vivienda debe tener un espacio seguro donde se sienta protegido y cobijado, preferente en la zona en la que menos se oiga la pirotecnia. Tal vez es un buen momento para hacer una excepción y dejarle que se relaje en nuestro dormitorio. Otros trucos que, combinados, pueden ayudar a calmar al perro son los siguientes:
- Darle juguetes, ese peluche que le tranquiliza o esa mantita que lleva su olor.
- Proporcionarle un juguete lleno con comida húmeda congelada, cualquier alternativa para morder, lamer o roer.
- Utilizar sonidos relajantes como música clásica o ruido blanco.
- Emplear una camiseta antiansiedad o hacer un vendaje según el método Tellington TTouch.
- Orejeras para perros. Existen orejeras diseñadas por veterinarios para tapar las orejas de los perros. Es fundamental positivizárselas antes y acostumbrarles a ellas hasta que se sientan cómodos.
Los momentos de perros y pirotecnia son también difíciles para toda la familia, que vive con angustia el miedo de su mascota. Si a pesar de estos trucos la situación es demasiado dramática, conviene consultar con un etólogo para que proporcione pautas y nos explique de forma personalizada cómo calmar a un perro.
Si lamentablemente tu mascota sufre las graves consecuencias que pueden acarrear los juegos pirotécnicos, en Adiós Mascota estamos a tu lado para darle la despedida que merece. Cuenta con nosotros.