El hígado de los perros, al igual que el de las personas, es un órgano que tiene un papel fundamental en múltiples procesos metabólicos. Una alteración en este órgano desencadena una deficiencia, o en casos graves una incapacidad total de desarrollar sus funciones de forma correcta. Los problemas hepáticos en perros pueden ser muy peligrosos, y conocer sus causas y síntomas podría llegar a salvarle la vida a nuestro mejor amigo.
Causas de los problemas hepáticos en perros
Existen diferentes causas que pueden provocar una enfermedad hepática en perros, estas son algunas de las más frecuentes:
- Hepatitis infecciosa: la infección hepática en perros la desencadena un virus canino. Es por ello que es tan importante llevar al día la vacunación de nuestros amigos.
- Ingesta de sustancias hepatotóxicas: esta es una de las causas más comunes del problema hepático en perros. Algunas sustancias son altamente tóxicas para nuestros perros, como por ejemplo algunos medicamentos. Su ingesta por accidente, por negligencia o simplemente como efecto secundario a un tratamiento de larga duración puede desencadenar un daño hepático. Por ello, cuando medicamos a nuestros perros es primordial vigilar muy de cerca los niveles hepáticos mediante analíticas de sangre, de ese modo podremos evitar dañar su hígado de forma irreversible.
- Enfermedades sistémicas: algunas enfermedades pueden afectar al hígado, como por ejemplo la leishmaniosis.
Síntomas de una enfermedad hepática en perros
Los problemas hepáticos en perros pueden tener una sintomatología muy variada. En su fase inicial afectan sobre todo al aparato digestivo, al riñón y al sistema nervioso del perro.
Síntomas gastrointestinales
Estos pueden ser vómitos, diarrea, heces acólicas (de color blanco o muy pálido).
Síntomas en el sistema nervioso
Observaremos algunos cambios de comportamiento, como pueden ser astenia (debilidad), anorexia o falta de apetito intermitente, letargia, ataxia, desorientación, nerviosismo, agresividad inusual, e incluso convulsiones.
Síntomas renales
En este caso comprobaremos que el perro bebe más agua de lo normal (polidipsia) y que igualmente orina demasiado (poliuria).
Otros síntomas
- Síndrome hepatocutáneo: los perros afectados por una enfermedad hepática a veces presentan una afección dermatológica que se llama dermatitis necrotizante. Se trata de la aparición de úlceras y costras normalmente en zonas como la cara y las extremidades.
- Ictericia: es un síntoma muy característico de problemas en el hígado en el que las mucosas (encías, interior de la nariz y párpados, vulva, etc.) se tornan color amarillo.
- Ascitis: así se denomina cuando el abdomen del perro se hincha debido a que hay líquido en la cavidad abdominal.
- Cirrosis: es el resultado de una lesión muy grave del hígado, que, en la mayoría de las ocasiones, deriva en un estado incurable de la enfermedad que la causa.
Los problemas hepáticos en perros pueden llegar a ser irreversibles, y es probable que llegado el momento nos enfrentemos a la dura decisión de ayudar a nuestro mejor amigo a dejar de sufrir practicando una eutanasia. En Adiós Mascota sabemos que es en esos momentos tan difíciles cuando tener cerca profesionales que se ocupen de todo con cariño y delicadeza puede marcar la diferencia.