Síntomas de la sarna en conejos

La sarna en el conejo es una enfermedad muy contagiosa y molesta que afecta a la piel. Se puede prevenir y tratar muy fácilmente, pero si se complica puede tener un pronóstico fatal en animales tan delicados como los conejos.

Qué es la sarna

Se trata de una afección cutánea que puede afectar tanto a los conejos como a otros animales y también a las personas. Esta enfermedad es causada por diferentes tipos de ácaros, unos arácnidos microscópicos que se alimentan de piel muerta, sebo, y queratina. Debido a esto, estos parásitos se establecen en la piel de ciertos animales. Cuando mueren, sus restos y excrementos pueden provocar reacciones alérgicas y asma.

Esta enfermedad de la piel puede afectar a conejos de todas las edades, y en muchos casos, el animal puede ser muy bueno ocultando los síntomas de su malestar. Debido a su naturaleza delicada, la sarna en conejos puede ser particularmente peligrosa para ellos. Por lo tanto, es importante prestar atención a cualquier cambio en el comportamiento del conejo, ya que puede provocar la muerte en cuestión de pocas semanas.

Por lo general, la sarna en un conejo se contagia principalmente de un animal infectado a otro. Las ninfas y las larvas del ácaro se alojan en la piel y saltan de un huésped a otro. Los ácaros machos viven en la superficie, mientras que las hembras abren surcos en la dermis para poner sus huevos y donde crecerán las larvas. La esperanza de vida de cada ácaro es de aproximadamente tres semanas.

Sin embargo, el contagio no se limita al contacto directo entre individuos infectados. Los parásitos también pueden ser transportados por el viento o simplemente encontrarse en un entorno infectado. También puede ocurrir por el contacto con humanos que hayan estado en espacios donde hay casos de sarna.

Qué tipos de sarna se pueden presentar en conejos

Como apuntábamos, la sarna en conejos es una enfermedad zoonótica, es decir, que puede transmitirse a los humanos. Sin embargo, la posibilidad de transmisión depende de la especie específica del ácaro, ya que existen varias especies que producen distintos tipos de sarna en conejos.

• Sarna sarcóptica. La provoca un ácaro llamado Sarcoptes scabiei. Los conejos afectados suelen presentar una decoloración blanquecina alrededor de los ojos, y también puede afectar la boca, la nariz y los dedos del animal, produciendo un olor característico.
• Sarna notoédrica. Está causada por el ácaro Notoedres cali, y se suele alojar en la cabeza del conejo. Estos ácaros forman nidos donde se mantienen agrupados, lo que hace que se trate de una sarna localizada en zonas muy concretas.
• Sarna demodéctica. Provocada por el ácaro Demodex cuniculi, de la misma familia que el Demodex canis que produce la sarna en perros. Ataca las capas más profundas de la piel de estos animales.
• Sarna psoróptica o auricular. La provoca el ácaro Psoroptes, y afecta a las orejas de los conejos. Es un tipo de ácaro que se puede identificar con facilidad a simple vista.
• Sarna corióptica. Está provocada por el ácaro Chorioptes cuniculi, que igual que la anterior, también afecta a las orejas de los conejos.

Síntomas de la sarna en conejos

Los síntomas de la sarna en conejos varían según el tipo de ácaro que la provoca. Algunos de los síntomas principales que se pueden observar, son los siguientes:

• Olor fuerte y desagradable en las zonas afectadas.
• Piel cuarteada y/o con costras.
• Picores y rascado excesivo.
• Comportamiento inquieto.
• Sangrado de la piel.
• Exceso de cerumen en los oídos.
• Otitis.
• Lesiones en orejas, cuello o cara.
• Engrosamiento de la piel.

La enfermedad, en sus primeras etapas, puede ser difícil de detectar, ya que los conejos tienden a ocultar su malestar. Debido a su comportamiento natural de evitar mostrar debilidad, los conejos pueden estar sufriendo de sarna sin que su cuidador se dé cuenta hasta que está muy avanzada y es ya muy evidente.

Por lo tanto, es importante estar atentos a cualquier signo de infección para prevenir que se propague y se convierta en una epidemia, algo que puede ocurrir con facilidad si conviven varios conejos en la casa. Si se detecta alguno de estos síntomas, es muy importante acudir al médico veterinario ante cualquier sospecha de sarna en nuestra mascota.

Cómo prevenir y curar la sarna

El veterinario evalúa cuidadosamente tanto el tipo de sarna como su grado de progreso antes de determinar el tratamiento adecuado. En algunos casos, una solución tópica puede ser suficiente, pero si la infección está presente, puede ser necesario recetar antibióticos.

El tratamiento para la sarna en conejos es similar al de otras mascotas como gatos y perros, y hay diversas sustancias altamente efectivas disponibles. La ivermectina es un medicamento comúnmente utilizado para tratar la enfermedad. Este medicamento puede administrarse mediante inyección o por vía oral y se aplica cada 15 días. Generalmente, tres aplicaciones son suficientes para una cura completa.

Además de la ivermectina, la moxidectina y la selamectina también se utilizan para combatir la sarna en conejos. Para tratar las heridas asociadas a este problema cutáneo, se suele recetar benzoato de bencilo.

Esta dolencia no se debe tratar con remedios caseros ni con métodos tradicionales compartidos boca a boca, ya que pueden ser peligrosos para el animal, pero sí se puede prevenir de forma muy eficaz, siguiendo de forma minuciosa los siguientes puntos:

• Proporcionar una alimentación equilibrada y adecuada para el conejo.
• Limpiar y desinfectar el entorno del conejo de manera regular. La higiene es crucial para evitar la sarna.
• Bañar al conejo con frecuencia utilizando un champú específico para conejos.
• Retirar los restos de pelo muerto de los peines y cepillos utilizados para acicalar al conejo.
• Evitar que el conejo entre en contacto con otros animales que puedan transmitir la enfermedad.
• Aislar y tratar a los conejos infectados con sarna y desinfectar de forma exhaustiva el área donde hayan estado.

El constante rascado de las áreas afectadas, debido a la fuerte picazón que genera esta enfermedad, puede provocar la aparición de costras y lesiones en la piel, y, por lo tanto, aumenta el riesgo de infecciones secundarias. La falta de atención a la sarna en un conejo puede empeorar el padecimiento, ya que las lesiones pueden abrirse y supurar pus y sangre. Además, el constante malestar que sufre el animal puede llevar a una disminución de los niveles de hemoglobina y a la anemia, lo que finalmente puede causar la muerte del conejo.

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